Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2016

Violeta, todo se trata de resistir

Violeta es esquizofrénica por convicción, no es que se haga la loca, no no, para nada, ella es muy cuerda y sobre todo genuina, sí , genuina, "oriyinal, oriyinal", la propia dirían por ahí.  Ella es esquizofrénica sin enfermedad alguna. Si hablamos que esta enfermedad  conlleva la  alteración de la personalidad, alucinaciones y perdida del contacto con la realidad, pues sí, está muy enferma.   Su personalidad es fuerte, pero por dentro es como un manjar, no la he saboreado, porque no pruebo de esa forma a mis amigas, es un manjar que sabes que lo es, porque también se la ve muy dulce, cómo puedes ver el dulce sin probarlo y saber que es dulce? pues ahí es donde entra la alucinación. Se puede ver los sabores que lleva por dentro, la bondad, la honestidad y sobre todo la ternura. Ella alucina todo el tiempo, hace proyectos que puedan cambiar por un momento al mundo, y sobre todo y los más importante, los ejecuta. Y el último síntoma, es que pierde el contacto con la realidad

La caridad de la muerte

El Michi Panero apoyado contra la pared le da una calada a su cigarrillo y le dice a su madre que le quiere hacer una pregunta.  Le pregunta si ella recuerda a la perrita que se llamaba Reina, que vivían en la casa cuando eran niños. Felicidad, sentada con mucho garbo sobre un sofá, con las piernas cruzadas, una mano con un cigarrillo apoyada sobre la muñeca de la otra, sonríe y dice que claro, que como no se va a acordar.  El Michi le pregunta si se acuerda que una vez pario un montón de perritos. Ella le dice que sí, pero por favor que modere el lenguaje. El Michi dice bueno, dio a luz. Y continua: recuerdo que mi papá detestaba a los perritos y quería que todos se largaran.  —Si, dice Felicidad— una mañana salió de la casa y me dijo que al regreso que no quería ver ningún perrito en la casa.  —Bueno, dice el Michi,  Entonces yo recuerdo que agarraste una caja, metiste todos los perritos dentro, le hiciste unos agujeros a la caja, nos pediste a mi hermano Leopoldo y a mí