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Mostrando entradas de enero, 2021

Estoy en el espacio

👩🏻‍🚀 Hoy transcurrió de forma apacible. Pasé el día viendo varias películas, comí algo ligero y salí a dar un tranquilo paseo por el parque. Nada fuera de lo común sucedió. Quizás solo persistía la idea de anhelar algún cambio, pero no ocurrió. Absolutamente nada. Quiero ser totalmente franca, sí, a ti que ocasionalmente lees mis palabras, deseo confesarte un secreto que descubrí hoy, mientras me quedé dormida viendo una película. En mi sueño, me encontraba en el espacio, sin casco y sin la necesidad de respirar. Solo debía abrir los ojos para evitar la muerte. Sin embargo, no podía abrir los ojos, y así estaba muriendo lentamente. Mientras soñaba que moría por no abrir los ojos, reflexionaba sobre algo que me está sucediendo últimamente, algo que nunca antes me había ocurrido: comer sin experimentar el deseo de hacerlo. Sentía hambre, pero ya no disfrutaba como solía hacerlo. Era simplemente una acción mecánica. Esto es nuevo, como si mi ánimo estuviera bajo. Casi nulo. Similar a u

Hablar como hablan las canciones

Ahora reflexiono sobre una canción: "Gold". Es hermosa, me gusta, aunque no puedo explicar técnicamente por qué. Simplemente me llena de alegría.Suelo pensar mucho en lo que debo decir, pero nunca logro expresar correctamente mis pensamientos. A veces tengo suerte y me animo a creer que soy capaz de decir exactamente lo que pienso, pero rara vez lo consigo. Si comprendiéramos que el elemento crucial en la ecuación del lenguaje es el receptor, la historia sería diferente. Siento más de lo necesario, y en ocasiones debería callarme, tomar un puñado de silencio y esforzarme realmente por pensar bien en lo que quiero decir. Sin embargo, eso no sucede. Todo se vuelve complicado.  Las palabras se entremezclan con las emociones, formando una especie de sopa de letras. La realidad es que me he convertido en una exageración del sentimiento que experimento al expresarme a través de las letras. Las escribo una a una, luego las comprendo y me digo a mí misma: "Sí, esto es lo que qui

DOLOR

  El dolor a veces no llega en un correo electrónico. Una amiga muy íntima me respondió un mail que le escribí hace días, en ese mail le hablaba de mi dolor en el  chacra del corazón,  (término que acuñé no sé cuándo, pero hago alusión a mi dolor en el alma) le digo así, a un leve dolor que he sentido desde hace un año. Un dolor que te presiona el omóplato izquierdo y con suerte sientes un dolor en el corazón, digo por suerte para no sentirme tan desdichada. Mi amiga me contaba algo muy íntimo y a la vez tan cotidiano. Me hablaba del dolor y la forma que nos han enseñado a esconder lo que se siente, sobre todo si es tristeza.   Ella me contaba esto: “Nos enseñaron que el dolor se lo oculta, se lo vive sola y se lo sufre en soledad. Pero el dolor necesita ser visto, validado, esa es la función social del llanto. Pero cuando no se llora se somatiza. El dolor es parte de la vida, hay que asumirlo y entenderlo. Debes quizás comenzar a entender ese dolor que dices tienes en el

¿Alguien tiene la respuesta?

Hace años unos amigos hicieron un grupo en Facebook llamado "Quejadera constante" la foto que tenía aquel grupo era la pequeña Mafalda.  El fin del grupo era quejarse por todo, desde un mal día, hasta de un mal gobierno y sus lacras. Nos quejábamos por quejarnos.  Lo usamos por un tiempo, pero poco a poco desapareció. Pues bien, hace casi un año que siento que en realidad me quejo de todo, pero no solo del verbo "mandar a la verga" sino de quejarse y no hacer mucho por mejorar. Sé que hay cosas que no puedes cambiar por cuenta propia, pero quejarse agota. También quiero decir que esto que digo, es pura especulación de mi parte, o sea, yo misma siento que exagero, porque al fin de cuentas, todo el mundo se queja de algo a diario, y yo, solo hago uso de esa facultad y derecho que tenemos.  (derecho dice)   Estoy consciente de que me quejo más este último año, pero a mi favor, les recuerdo que apareció un virus que cambió nuestro modo de socializar y ver el mundo, y

Pasado y presente

No se piensa más que en uno mismo.    Yo por ejemplo pienso en el otro y luego en mí, es triste creo yo, saber que somos pocos los que pensamos en el otro. Creo que se puede vivir bien si todos pensáramos así, aunque sea un poco. He vivido todo este tiempo pensando en que yo tengo un problema serio, y no es así, el mundo funcionaria un poco mejor,  si todos tuviéramos ese pequeño detalle de pensar  en los demás. Presente. Miraba una serie en la computadora que estaba encima del mesón de la cocina. Mientras tomaba su café amargo como cada mañana. Estaba concentrada, la pantalla le iluminaba el rostro, achinaba más sus ojos mientras su cara  se acercaba más a la pantalla.  Quería olvidarse de su realidad, su ansiedad y su mala racha o todo lo que tenga que ver con tratar con el otro. También sobre el amor y el destino.  No funciona decirle a alguien lo que realmente se tiene por dentro. Tenía ganas de entrar en la pantalla, de  olvidar y moverse a ese mundo apocalíptico que estaba obser

CAROLA

  Carola tenía 7 años cuando su padre le apuntó con un arma. Se despertó por la madrugada, escuchó a lo lejos la música, se restregó sus ojos para ver con claridad, poco a poco sus ojos se acostumbraron a la luz de la madrugada, bajó las escaleritas de su litera, caminó lentamente hacia la salida de su cuarto, apenas abrió la puerta la melodía se escabulló por el umbral, la pequeña asomó su cabeza y vió una imagen que la acompañaría a lo largo de su vida. Su padre postrado en la anatomía del sofá y sus manos danzaban por el aire, guiadas por la música andina que había elegido para acompañar su wiski. La pequeña caminó con dirección al baño, pero mirando de reojo la suerte de su padre. En un segundo, él, interrumpió su camino y la abrazó con fuerza, ella se dejó llevar, no entendía nada de lo que pasaba. La música, el abrazo y el silencio de su padre, eran mensajes que no lograba comprender. Entre lamentos, su padre mimaba el rostro invadido por una mueca de confusión de su hija. Cuando

FIRMA.MENTO

  Lo que no se siente, es lo que más duele. Estaba sentada en el césped mirando las nubes en el cielo. Nubes largas y espumosas, nubes gordas y redondas, nubes con bordes saltarines. Miraba el cielo y respiraba lento y profundo. Sus ojos se recargaban de luz al ver al impotente sol que aquellas nubes no lograban tapar.  Estaba ahí acostada también sobre nubes verdes con pequeñas puntas que le acariciaban su cuerpo. Estaba pensando en su gato, en su madre y en sus libros. Estaba arriba en el mar de nubes, y estaba abajo también, dentro de su cabeza.  De pronto todo empezó a oscurecerse, y una gota cortada le cayó en la frente. Parecía que iba a llover, pero el cielo aún no tenía ganas de llorar. Ella no se inmutó, siguió acostada a la espera que el agua cayera sobre ella y su piel de algodón de azúcar, pero aquello no pasó, solo el cielo cambió de color. El cielo era un lienzo con nubes que escurrían colores que flotaban en el firmamento. Ella lo contemplaba todo. Era como mirar a travé

Mi objetivo

Te miraba en la cocina, y lo que veía era una escena del guión que aún no escribo. Muchos gatos más tarde , empecé a entender que la vida no tiene ningún sentido en especial o único, excepto el que tú le quieras poner. Uno no es existencial porque así es la vida, sino que también los sucesos y acciones que hemos vivido, se encarga de ponernos así, pero no a todos. Entendemos la vida de la manera en la que crecimos. Sea dentro de una familia unida o una familia completamente desastrosa, la segunda es mi favorita, no solo porque es la que me tocó, sino también porque pienso que, del caos, uno aprende desde adentro. Lo que quiero decir es algo que no entiendo del todo, puede ser algo cotidiano y a la vez único, no sé, pero lo que sí entiendo es que es real. Trato de entenderme y por eso escribo, siempre hablo de más, y a veces soy torpe con mis palabras cuando hablo, pero cuando las palabras están en mis dedos, cuando escribo, se sienten mejor, porque son más claras, y trato de encontra
Han pasado tantos años desde el último día que te vi mirando el mar. Lo mirabas como despidiendote, lo mirabas como se mira una flor por la mañana, como se siembra, como se lee el final de un libro, como si ya no quisieras estar ahí. No he comprendido nada de lo que hemos pasado, solo te recuerdo como si ayer fuera 1989, como si no hubiera pasado tanto tiempo, como si aún estuviéramos charlando bajo el enorme samán, observando el vaivén del columpio amaderado, con una larga cuerda desgastada.  No comprendo nada tampoco, nada de nada, como el mar.  Me siento y te miro, no me acerco tanto porque me da miedo despertarte de ese trance único en el que estás, aunque me da miedo no solo despertarte, si soy sincera me da miedo que te vayas al darte cuenta de mi presencia, porque no debía estar ahí, ni verte, ni soñarte, como cada mañana te sueño justo unos segundos antes de despertar. Sigo esperando el día que vuelvas a mí, sigo esperando como el condenado a muerte espera vivir, tengo el tiemp

Él

  " Lo veo"  Lo que se de él es que está cerca, existe, respira y camina. Sé que fuma por las mañanas, tardes, noches y quizás en las madrugadas cuando no puede dormir.  Dice por cada oración una mala palabra, toma café cargado de sus pesares.  La imagino sentada en su silla viendo la calle y las personas pasar una y otra vez por el camino, pero en realidad lo que me gustaría saber es, qué se le cruza por su mente, aunque no imagino otra cosa que tristeza.  Sus ojos almendrados y claros marcan un duro pasado que lo arrastra al presente que solo puede mostrar la única razón por la que no ha salido corriendo en busca de la esperanza, y es pura resignación.  Y creo que tener resignación, es una forma de morir también.  Ilustración: Julien Brogard

tarde o temprano, nos llega

La inspiración te llega trabajando. Esta frase como algunas otras me ha perseguido o en su defecto, la recuerdo cuando me pregunto cosas como, ¿por qué es tan fácil decepcionar a los demás? ¿por qué es fácil hablar de las cosas más feas de la otra persona? O algo peor, ¿por qué lo hacemos? Yo busco todos los días inspiración. Cuando me levanto busco una razón para hacerlo, a veces caigo en puras obligaciones y eso es lo que me mueve de la cama, otras, hago un remember de las cosas que me gustaría hacer o terminar, pero son esas, las que pienso demasiado las que no continúo, esas a las que les tengo miedo. Y el miedo está lleno de inseguridades, y las peores y vergonzosas que debo confesar, las críticas. ¡Pero cómo molestan esas cosas! como molesta que los demás hablen y sigan hablando de lo mal que haces algo, o lo que te falta, o lo que debiste hacer o cómo debes hacerlo. No hablo de sugerencias, no hablo de consejos, hablo de cuando se dice las cosas con malicia, para ha

Tiempo y series

  “Mira mamá, sin manos” Hago lo humanamente posible para distraerme de mi realidad (según mis capacidades y modo de ver mi vida), ando entre la escritura, lectura, ver series y llenarme de buenos emociones, ya que el no conseguir un empleo, pensar que se te acaban los ahorros, y desesperarte hasta el punto de no salir de cama, son cosas que antes no lidiaba, y ahora no puedo evitar.  No me consuela a estas alturas pensar que hay personas en peores situaciones, eso de alegrarse por sufrimiento ajeno no ha sido lo mío, bueno, siendo sincera, creo que ya no me funciona,  en cambio las buenas energías las canalizo para  agradecer que tengo, un lugar, wifi y una computadora donde escribir, como ahora. Mi vida en estos últimos días, semanas y hasta meses no han sido tan buenos, pero ocurre que me he creado un hábito en estos momentos de crisis, no sé si para bien o para nada. Estoy recordando viejas series y viéndolas de nuevo, cada serie que veo, depende qué emoción no quiero sentir, puedo