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DOLOR

 

El dolor a veces no llega en un correo electrónico.



Una amiga muy íntima me respondió un mail que le escribí hace días, en ese mail le hablaba de mi dolor en el chacra del corazón, (término que acuñé no sé cuándo, pero hago alusión a mi dolor en el alma) le digo así, a un leve dolor que he sentido desde hace un año. Un dolor que te presiona el omóplato izquierdo y con suerte sientes un dolor en el corazón, digo por suerte para no sentirme tan desdichada.

Mi amiga me contaba algo muy íntimo y a la vez tan cotidiano. Me hablaba del dolor y la forma que nos han enseñado a esconder lo que se siente, sobre todo si es tristeza.

 

Ella me contaba esto:

“Nos enseñaron que el dolor se lo oculta, se lo vive sola y se lo sufre en soledad. Pero el dolor necesita ser visto, validado, esa es la función social del llanto. Pero cuando no se llora se somatiza.

El dolor es parte de la vida, hay que asumirlo y entenderlo. Debes quizás comenzar a entender ese dolor que dices tienes en el chakra del corazón. Las cosas que duelen se las tiene que vivir, se las tiene que dejar que duelan. Porque lo contrario es peor, es el dolor buscando salidas que no son saludables y pueden destruirnos más”

 

Hoy hablando con una amiga y bebiendo una cerveza, ella, mientras comía hamburguesa me escuchaba con atención cuando le leí esa parte del mail. Para mi no sorpresa, porque cuando conoces con quien estas hablando, sabes en el fondo que no está pasando por un buen momento, y sabía que ella no lo estaba pasando, lo sabía mucho antes de leerle el mail, mucho antes de que ella empezara a llorar.  Al verla en ese estado líquido, me causó ternura y tristeza, ver llorar a una amiga comiendo hamburguesa, no es cosa de todos los días, y pues, el resultado es desahogarse. Sus ojos pequeños se llenaron enseguida de desconsuelo. La miré con atención, se sentía identificada con ese texto, con el silencio y dolor.  Este día en especial hablé del dolor, sin saber que iba a escribir sobre esto. Hoy tres amigas hablamos y nos identificamos con silenciar la pena, porque así nos enseñaron, porque es mejor, porque esa es la forma. Pero es un error.

No puedo decir más de lo que mi amiga contó en su texto, podría ponerme romántica y decir que sufrir en silencio en pagar una condena perpetua, pero en cambio quiero resaltar, que cuando sientas que no puedes más, llorar y estar triste, también es parte del proceso. Terminemos con esto ahora.


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