Muchos gatos más tarde, empecé a entender que la vida no tiene ningún sentido en especial o único, excepto el que tú le quieras poner. Uno no es existencial porque así es la vida, sino que también los sucesos y acciones que hemos vivido, se encarga de ponernos así, pero no a todos.
Entendemos la vida de la manera en la que crecimos. Sea dentro de una familia unida o una familia completamente desastrosa, la segunda es mi favorita, no solo porque es la que me tocó, sino también porque pienso que, del caos, uno aprende desde adentro.
Lo que quiero decir es algo que no entiendo del todo, puede ser algo cotidiano y a la vez único, no sé, pero lo que sí entiendo es que es real.
Trato de entenderme y por eso escribo, siempre hablo de más, y a veces soy torpe con mis palabras cuando hablo, pero cuando las palabras están en mis dedos, cuando escribo, se sienten mejor, porque son más claras, y trato de encontrar las mejores, con un mejor significado para que el mensaje llegue bien y completo. A veces tengo emociones que no tienen palabras exactas, porque las que se inventaron no expresan en totalidad lo que siento.
Escribir es resistir, ya saben que escribo no exactamente cartas de amor, o declaraciones, sino más bien cosas que sino las entiendo en ese momento, con el tiempo, mientras edito las cosas en mi cabeza, las asimilo mejor.
Mi objetivo es sencillo, nunca volver a dejar de escribir.