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Mostrando entradas de abril, 2014

Confieso.....

" Algún día , es como decir nunca..." Fue una tarea dura el mantenerme en pie hoy. Sí, fue dura como también lo fueron mis ganas de escribir.  Tenia las cosas claras, lúcidas. Sabía que escribir y que no; pero mis instintos me engañaron, me hicieron un sabotaje y yo, estuve al mando.  Me hice un auto-sabotaje.  Cuando casi perdía las esperanzas, (las mismas esperanzas que pierdo siempre. Ya creo que son hasta re-usables )  Justo, aparece un  ente maligno que solo se manifiesta cuando ve algo oscuro en mí.   Lo de maligno no significa gran cosa, simplemente es que le gusta aparecer cuando todo esta perdido.  En fin, ahí estaba yo, quejándome por mi mala racha. Quejándome y quejándome... Pero ahora hago una confesión,  como confieso todo al final:  Estoy perdidamente enamorada.   Aunque confieso también que me gusta estar más perdida que enamorada .  Pero oigan, antes de leerme y juzgar mi ahora dudoso juicio:  LO ÚNICO QUE TENGO QUE DECIR A MI FAV

La máquina del tiempo

Me gustaba contemplar su espalda desnuda en  mi ventana .  La luz de la farola por la noche, mojaba su cuerpo y recorría sus estrechas caderas, recorría también sus largas piernas firmes, su espalda tenue; ahí, me detenía por unos segundos y realizaba un paneo suave, morboso, nocivo que exterminaba las pocas esperanzas de salir con vida de aquella trampa que segregaba  mi cuerpo, que me carcomía, suave, morboso, nocivo...   Me divertía saber que  ella notaba que la observaba, mientras brotaba sus nalgas ya frías por el viento helado que recibía después de hacer el amor. Sus movimientos dibujaban caminos frondosos en la pared, en cámara lenta, cada vez hacia mi dirección, su cabeza hacia la nada de la ventana no me permitía ver su rostro, pero estoy más que seguro que ella sonreía.  Su lengua abría su boca, y dejaba el justo espacio para mirar sus blancos dientes.  Encendí un cigarrillo, le di una calada y me levante a completar el rompecabezas. Mi boca maromeaba su espalda

Desde lo más despreciable de mi ser

Asqueada Miraba con dificultad en el fondo del retrete  lo que creía eran ser restos del desayuno de la mañana anterior. Mi cabeza me daba vueltas y en cada vuelta las cosas empeoraban.  fear and loathing in the bath's las vegas. Solo tenia un imágenes o por lo menos eso creía que era. Alusión.  Mientras tanto los recuerdos de la noche anterior, c ada uno y a la vez ninguno con desequilibrio se impregnaban a golpes en mi memoria a largo plazo.  Me dejé caer abrazada, casi aferrada en aquel retrete y el desayuno que contenía. Mi mente divagaba esperando quizás un abrazo por parte del inodoro. Suave, aliviador, como cuando lo usas. Bajé la válvula y poco a poco   escuchaba  el sonido del agua dar vueltas al igual que mi cab eza. Girar y girar hasta que termine con  un suave y sutil sonido. Fue como si estuvieras absorbiendo con ganas, el último trago de cerveza.  En medio de ese concierto del agua que recorría p

Rigoberta

A sus 10 años Rigoberta Inventaba personajes para matarlos y justificar así, la tristeza que sentía los domingos por la tarde. A ninguno les ponía nombre. Solo los imaginaba. Jugaba cada mañana con ellos. A veces los mataba por aburrimiento. Dormía con su cama llena, y nunca le tuvo miedo a la oscuridad, sentía una ligera sensación de compañía mientras cerraba sus ojos. Todas las noches antes de dormir, abría su closet y buscaba un vestido para el día siguiente, lustraba sus zapatitos de charol, pasaba su cepillo de pelo durante 10 minutos sobre su color castaño oscuro y  luego hacia una trenza  con mucha paciencia que ocultaba con  su gorro de dormir, decía ella que la protegía de sueños malos. Rigo, como la solían llamar, caminaba siempre con prisa, mirando hacia atrás y con poca precaución de donde pisaba, nunca dejaba de hablar mientras caminaba. Los lugares que visitaba no eran los mismos, pero todos estaban cerca de un río. Se sentó, sacó con cuidado sus zapatitos