“Mira mamá, sin manos”
Hago lo humanamente posible para distraerme de mi realidad (según mis capacidades y modo de ver mi vida), ando entre la escritura, lectura, ver series y llenarme de buenos emociones, ya que el no conseguir un empleo, pensar que se te acaban los ahorros, y desesperarte hasta el punto de no salir de cama, son cosas que antes no lidiaba, y ahora no puedo evitar.
No me consuela a estas alturas pensar que hay personas en peores situaciones, eso de alegrarse por sufrimiento ajeno no ha sido lo mío, bueno, siendo sincera, creo que ya no me funciona, en cambio las buenas energías las canalizo para agradecer que tengo, un lugar, wifi y una computadora donde escribir, como ahora.
Mi vida en estos últimos días, semanas y hasta meses no han sido tan buenos, pero ocurre que me he creado un hábito en estos momentos de crisis, no sé si para bien o para nada. Estoy recordando viejas series y viéndolas de nuevo, cada serie que veo, depende qué emoción no quiero sentir, puedo saltar de una seria a otra en un solo día.
Cuando me pongo un poco intensa y mis pocas ganas de escribir me sabotean con pensamientos como que no escribo “tan bien” prendo el TV y empiezo a verme Sherlock Holmes, me veo cualquier capítulo, mirar a ese personaje y pensar en su mente, me cautiva, me hace sentir que puedo ver más allá de mis capacidades limitadas y que en cualquier momento tomar té, es buena idea. Me hace viajar hasta Londres que seguro conoceré, y me hace sentir que el mundo es una Güevada tan simple y llena de clichés, que mi vida se siente tan sencilla y fácil de resolver, que me da un respiro y bueno, está también Martin Freeman que es el amor de mi vida, que, si yo viviera en su país, hace rato que lo hubiera buscado en su casa. Esa serie me divierte, me entretiene, pero a veces no me quedo ahí.
Otros días, cuando me siento un poco con ganas de “enamorarme” me pongo a ver The Big Bag Theory, ¿Qué cómo así esa serie? pues a mí me funciona, me hace ver que todo es ciencia, y lo que piensas que es amor, pues son solo sustancias o momentos caóticamente hermosos que solo la ciencia te puede explicar. Estar enamorada no ha sido mi mejor fuerte, la última vez que lo estuve duré como cuatro años, y luego, el porrazo, pero no porque “así es la vida” sino más bien porque no tenía claro que muchas cosas de las que pienso, que es como en las historias de amor dramáticas, es solo la ciencia (que no conoces) que actúa en ti. Ver esa serie me hace más consiente de que a veces, sufrimos por pendejadas, que el universo es infinito, y la estupidez humana también, me reconforta saber que, de alguna forma, es un ciclo, donde romperte el corazón es la parte final, y que entre más consiente estés, menos mal te va a ir. Todo está en la práctica, pero porfa, no practiques teóricamente a lo loco, creo que esperar y estar en calma, es parte de un todo.
A Malcom lo pongo de fondo, me gusta, me divierte, es cuando estoy realmente activa modo "ama de casa" empiezo a limpiar y a no desear hijos, pero sí, un amor como Hal y Lois, aunque solo escogería esas infinitas ganas de tener sexo a pesar de tener cuatro hijos y un matrimonio que rompe todo. Es mi serie de fondo.
A Dr. House lo vi hace años, muuuchos años atrás, ahora lo he vuelto a ver y me entretiene, son mis dosis de calma, recuerdo que lo vi por un ex, bueno ambos los vimos, pero terminamos antes que terminara la serie, él, como un acto de amor me regaló todas las temporadas, en ese tiempo eran en DVD, por suerte ni me mueve la idea de que la vi con mi ex, es más, sino me lo pienso tanto ni lo recordaba, pero bueno, la cosa es que con House, hace un poco de lo que hace The Big bag Theory, y es pensar que todo tiene una razón en la ciencia y que todos mienten. (frase de House)
Llevo viendo How i met your mother casi como un año, me la he visto temporadas de un solo golpe, pero las dos últimas me las he visto con mucha lentitud, no sé si porque tengo miedo de que no me guste el final, o porque no quiero que se acabe. A esa la dejo cuando ando de buen humor, y cuando quiero llorar o ambas. Me gusta mucho, cada personaje. Con una amiga hablábamos que lo bueno de Ted, el protagonista de la serie, es que a pesar de muchos fallos buscando la mujer ideal, sigue en pie de encontrarla, quisiera un Ted en mi vida, o la mitad de uno, no por lo romántico, sino por esa convicción de buscar hasta encontrar. De esa certeza que, por ahí, anda el amor de tu vida, y si no, no quiero nada. Espero que el final no sea tan malo, me he escapado de spoilers, por favor no sean desconsiderados y no me digan nada del final.
Con Family Guy es otra historia sin final, la empecé a ver para entretenerme, pero no fue hasta el capítulo 12 de la temporada 16, que me flechó por completo y me dio un puntapié directo al alma. Esa serie la vi por allá el 2013, hablábamos con un amigo esos años que el mejor personaje era Stewie, porque en su diminuto cuerpo y con tan poco tiempo viendo el mundo, lo conoce más que así mismo, era genial escucharlo hablar, con su acento y sus ojos achinados formulando una venganza. Un pequeño megalómano y que, en el capítulo mencionado, aflora todo su ser, siendo la esencia misma del personaje con un final poético. No he vuelto a ver la serie, después de ese capítulo.
Con mi amigo Bojack Horseman, que por cierto la volví a ver anoche, me sentí mal, creo que, porque andaba en días oscuros, o porque llovía tan fuerte que no podía escuchar bien, cómo los problemas de la infancia de un Caballo, es su principal causa ser un total desinteresado y malgeniada. (le queda corto esa descripción)
Apagué todo, vi el televisor en negro, un sonido agudo se introdujo por mis oídos y empecé a escuchar de nuevo la lluvia ensordecedora. Me acosté, abracé una almohada y me pregunté, hasta cuando seguiré viendo todas estas series una y otra vez, y creo que no me respondí, me dormí, pero seguro que, en mi sueño, me contesté con toda certeza, que mientras me haga bien, y saque beneficios, las veré para recordar, para intensificar mis emociones, para saltar por un momento a un paréntesis que no tenga que ver con mi realidad, para pasar el día, para estar mejor.
Y no, a GOT no la volveré a ver, ese final no tiene arreglo, mi vida sí.