Casi son 3 años, que la ausencia no me afectaba. Este discurso que en breve montaré, no es para hablar de esto en sí, es mas bien para que letras como estas, se escurran y se disuelvan con un poco de ese calor que tengo por las mañanas. Arrancarme la piel, desnudar el alma, espantar la miseria de aquel objeto perdido, de aquel instante del que nunca pertenecí. Quiero, cerrar los breves días donde me causé esa horrenda herida y apacible ilusión. De no residir, de no insistir, de no estar. A causa de mis huellas en la arena, del camino del olvido que hace varios años emprendí conmemoro a la ausencia y la niego al instante con otro recuerdo, que no es más amargo, que es solo presente. A mi, a mi largo tiempo que dejaré de escribir, porque no quiero que haya testigos, y recordar con mis palabras, seria ya una falta. Evocar desatinos mediante mis signos, no será más una fuente que me desgarre ni tan s...