Ir al contenido principal

La muerte está más cerca en octubre

Cuando estes caminando y sientes que te están mirando, no mires para atrás, sino para arriba.


Sus manos estaban llenas de sangre y su hermana de dos años tirada en el suelo, no recordaba nada, estaba congelada, como si asimilara todo en cámara lenta, la idea de  que quizas ella lastimó a su hermana, la paralizaba. A lo lejos, el sonido de la ambulancia sonaba cada vez más cerca, de pronto su padre entró tumbando la puerta, la sacudió para sacarla de algún especie de trance, pero en seguida vio a su otra hija tirada en el suelo llena de sangre, la tomó entre sus brazos, pero no se movía, no respiraba, estaba muerta.

Desde ese incidente nadie habla de lo ocurrido. En ese entonces ellas tenían 10 años, eran gemelas, en la autopsia la causa de muerte fue por fuertes lesiones cerebrales traumáticas. 

Han pasado dos años y nadie habla de aquella tarde, ni de la muerte, ni que su hija no ha dicho ninguna palabra desde aquel día. Hasta hoy.


-Mamá, sabes donde está mi hermana- apenas suelta aquellas palabras, su madre se congela, un frío invade sus piernas, sus llágrimas caen automáticamente, no puede creer que haya vuelto a hablar, pero mucho más allá, no puede creer lo que está diciendo. 

-Hija, me escuchas- su madre se pone enfrete, los ojos de la hija miran a la nada, le habla, pero no responde. Después de unos segundo, su hija gira su cabeza en dirección al techo, no deja de ver hacía arriba, su mamá la mira y no comprende nada, en los ojos de su hija se refleja algo, trata de acercarse, mira desde lo profundo de sus ojos, desde el alma y se da cuenta, lo sabe, porque los ojos son la ventana del alma de las personas,  y en aquellos ojos vacíos no se ve, sino que la madre lo siente. Se da cuenta que la que está con ella ya no es su hija, ya no es desde hace dos años, cuando por una extraña coincidencia, algo se apoderó de ella, justo antes de matar a su hermana a golpes. 

Eso, se la está comiendo por dentro, y solo alcanzó a salir un recuerdo extraviado. 

Aquel día, habian muerto las dos.







Entradas populares de este blog

Salí nadando

 Manabí, Ecuador   “Siempre que visites un mar, debes preguntar si se puede nadar en él”. Alguien me dijo eso como conocimiento básico de la vida, uno que no tenía, pero que ahora tengo después de que casi me llevara el mar de San Lorenzo. Cinco amigas de paseo, una de ellas extranjera, Kate. La conversación en el automóvil nos reveló que en su país de origen, Kate era una excelente nadadora; cruzaba los caudalosos ríos de su estado como algo común. Yo, en cambio, había aprendido a nadar por los consejos de mi hermano menor o por lo que yo misma me había enseñado en las piscinas de complejos deportivos. El mar para mí no estaba a la vuelta de la esquina como sí lo estaba para mi mejor amiga Clara, quien me había invitado a este paseo. El mar siempre se veía como un dios, como una diosa, poderoso, imponente. Decidimos entrar al agua Kate y yo. La playa estaba casi vacía, lo atribuimos a que era un día entre semana, nada que nos llamara la atención. Nos internamos gozosas de sentir la en

Empezar de nuevo

Se me ocurrió escribir un tema acerca de la frase "empezar de nuevo", pero sentí que podría expresar lo mismo; es decir, que empezar de nuevo es algo redundante. Entonces me surgió otra duda, preguntándome si estaba usando la palabra correctamente, "redundar". Mi sorpresa fue encontrar una definición totalmente diferente a lo que creía que significaba redundar: RAE REDUNDAR: intro. Dicho especialmente de un líquido: Rebosar, salirse de sus límites o bordes por demasiada abundancia. Sin.: rebosar, desbordar, derramarse. intro. Dicho de una cosa: Venir a parar en beneficio o daño de alguien o algo. Sin.: resultar, repercutir, revertir, refluir, reembolsar. O sea, según yo, la usaba cuando quería decir que empleaba la misma palabra en una sola frase, decía algo asi: "bla bla bla bla, disculpen la redundancia". Claro, no decía redundar; entonces busqué la palabra redundancia: RAE REDUNDANCIA: F. Sobra o demasiada abundancia de cualquier cosa o en cualquier lí

Ya uno está en edad de no tenerle miedo al que dirán

"Nos encontramos exactamente donde debemos estar. Aquello que percibimos como la raíz de nuestros problemas no es más que el resultado, y la raíz soy yo. Siempre he sentido la crítica y el juicio al expresar lo que siento, lo que vivo, o simplemente lo que creo correcto. En ocasiones, uno se detiene y reformula, temiendo que los lectores desaprueben lo que se siente o piensa. Me encanta la ficción porque permite expresar libremente, sin molestar a nadie. A veces, las verdades salen a la luz gradualmente o simplemente no son tan lineales como se relatan. La ficción me permite explorar emociones más profundas y honestas a través de historias de personas extrañas, creadas y ocultas en el subconsciente. Uno puede dar pistas sin saber realmente lo que se siente. No digo que pensar sea irrelevante, pero al analizarlo, pierde sentido. Busco caminos que expliquen cosas; a veces, sentir es más profundo, más honesto. Surfeo las olas de las emociones, y cuando estoy en la cima, todo se vuelv