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Ya no escribo

He dejado de escribir aunque ahora lo estoy haciendo. 
Escribir tiene un significado de esos que desbordan el alma, y no hay palabras más exactas que la palabra escribir. 
No sé si me entiendas. No se trata de perfección o de llegar con un mensaje a cambiar la vida de otros. Escribir te cambia la tuya y le da sentido, o hasta te da la oportunidad de escribir sobre ese sinsentido de vida. 
Porque a la final se escribe con esperanza de encontrar razón. 
Temo que lo he olvidado y ahora escribo para tratar e intentar que estas palabras tengan una gota de sinceridad. 
Si es real lo que se escribe, dice un escritor mejicano, entonces vale la pena. Aunque mi gusto por friccionar es el océano en esta gota de vida. Creo que la intención de escribir y la acción que va de la mano para no irnos al infierno vale más que todo. 
Siento, y creo que escribir me salvará. No se de qué pero lo hace, lo siento. Escribir es resistir dice una amiga, y creo que tiene razón. Escribir es resistir, es aguantar, es reiniciarse, es volver. Escribir no tiene fin y en cualquier momento volverá, aunque como ahora, no me de cuenta. Escribo.


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