"A las cosas simples se las lleva el viento"
Dicen que se escribe de lo que se conoce, así que empiezo. He decidido escribir acerca de nada.
Puedo ponerme ridícula y escribir acerca de ese nada que decimos, después de un gracias o, de aquella nada que respondemos cuando preguntan ¿Qué te pasa? o, de la nada, cuando no sabes qué decirte a ti mismo, después de enterarte que, al parecer, tus emociones las retienes, porque te han condicionado al estar con alguien.
O sea. Nada.
Si me alejo un poco de este inicio pobre con el que he empezado y me pongo exquisita, puedo hablar, por qué no, de la nada según Sartre, quien decía algo así como que, todos nos caracterizamos por la presencia de la nada, o por esa capacidad de rebelarse dentro de una realidad, pero una realidad que involucra a los demás. Pero, ¿Y si existen los demás, ya deja de haber nada?
Bueeeno, en fin, el existencialismo.
Aunque también podríamos hablar sobre la nada según la metafísica, que prácticamente es la ausencia o inexistencia de cualquier objeto. Pero de ahí me surgen más preguntas, porque para que no exista ese objeto, debe primero existir, y luego si existe, debe estar sobre algo para luego desaparecer de algún lugar y entonces se desaparece también el lugar???? …. ya me mareé!
Lean esto:
Hasta pensar en nada se torna en algo, así lo explicaba el filósofo Tales, quien creía que, solo se podía tener nada, sino había nada siquiera para pensar en nada. Uf, me voy a dormir, pero si quieren leer más acerca del tema lo encuentran en el libro “Nada” del físico Frank Close.
No sé, podría seguir hablando de nada, pero ya se volvería algo, y ese algo puede representar otra cosa para el que esté leyendo, pero para mí, si me preguntan (nadie me pregunta) las intenciones de escribir este texto, fueron exclusivamente, calmar mis ganas de escribir algo que no signifique nada. Y al parecer, estoy fallando.
Gracias por leerme, a lo que responderán:
De nada.