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No es cuestión de tiempo


“Yo tengo la obsesión del viaje. Siempre creo que voy a solucionar todo yéndome”


El tiempo dice que fue creado por Dios, otros dicen que también lo fue creado por el hombre, que no existe dicen los estudiados, aunque mis amigos de habitación creen que es una construcción social.

El tiempo solo se lo observa por medio del reloj, calendarios, no precisamente es el sol ocultándose por el oeste, no, eso es magia creo yo.

El tiempo creado o no, te quita cosas, te sentencia a hacer tus planes con límites, te advierte que nunca tienes suficiente. A pesar que un científico dijo que es relativo, el tiempo se siente de muchas maneras, se observa en el óxido de baúl de mi abuela, en el pelo canoso de mi padre, en llegar a algún lugar y que el mar no te encante una eternidad…

No es cuestión de tiempo nada de lo que creo, pero sin embargo hay un tic tac que retumba en mi cabeza y los hubieras se pasean y me susurran la misma historia una y otra vez. Hay quien me ha conocido entre una luz azul que cambia de colores: blanco, verde, rojo. Me gusta el rojo y entre malas noches hay esta emoción que puede ser pasajera, pero que quiero disfrutar tanto como la felicidad en sí.

Tengo miedo de no aprovechar el tiempo, tengo miedo de que cuando de vueltas a mis recuerdos, no haya fabricado alguno que me haga sonreír cada vez que miro al pasado.

Hay personas más de adentro, yo en cambio soy de afuera, es mi única forma que tengo de vivir. Porque creo que, hay que salir, para entender lo de adentro.


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